La Ética
Indice
1. Los Problemas de la Ética
2. La Ética y su Método
3. Los Criterios de la Conducta Humana
4. Relación de la Ética con otras Disciplinas
5. El Horizonte Filosófico de la Ética
6. Diferencia entre Ética y Moral
7. Los Actos Humanos
8. El Concepto de Libertad
9. Los Obstáculos de la Libertad
10. Las Pruebas de la Libertad y el Determinismo
11. El Valor Moral
12. La Objetividad del Valor
13. La Bipolaridad de los Valores
14. La Preferibilidad de los Valores
15. La Jerarquización de Valores
16. El Problema del Mal
17. La Obligación Moral
18. Ética Profesional
1. Los Problemas de la Ética
La existencia de las normas morales
siempre ha afectado a la persona humana, ya que desde pequeños captamos por
diversos medios la existencia de dichas normas, y de hecho, siempre somos
afectados por ellas en forma de consejo, de orden o en otros casos como una
obligación o prohibición, pero siempre con el fin de tratar de orientar e
incluso determinar la conducta humana.
Ya que las normas morales existen en
la conciencia de cada uno, esto provoca que existan diferentes puntos de vista
y por ende problemas en el momento de considerar las diferentes respuestas
existenciales que ejercen las personas frente a ellas. Estos problemas se
mencionan a continuación.
1.
El Problema de la Diversidad de Sistemas Morales. Este se da debido al pluralismo que existe en
las tendencias frente a un mismo acto,
esto es que, para cuando algunas personas un acto es lo correcto, para otros es
inmoral, por ejemplo el divorcio, el aborto, la eutanasia, etc. O sea la
pregunta que normalmente se hace una persona que rige su conducta en base a las
normas morales es ¿cuál es el criterio para escoger una norma o la contraria?
2.
El
Problema de la Libertad Humana. La libertad humana no es del todo real, ya que
todo individuo está de cierta forma condicionado por una sociedad en la cual
toda persona actúa bajo una presión social, cultural o laboral; aunque
considerando a la ética y la moral, permite conservar una conciencia, misma que
permite a una persona actuar en base a un criterio propio. El problema está en la incompatibilidad de la
libertad humana y las normas morales, o sea en el ser y el deber ser.
3.
El
Problema de los Valores. De este problema surgen numerosos cuestionamientos
pero el problema radica principalmente en la objetividad y subjetividad de los
valores, o sea, que existen cuestionamientos sobre si ¿los valores son
objetivos?, ¿los valores existen fuera de la mente de tal manera que todo
hombre deba acatar los valores ya definidos?, o si los valores son subjetivos
porque ¿dependen de la mentalidad de cada sujeto?. También existe otro aspecto, su conocimiento,
¿cómo podemos conocer los valores? y en sí ¿cuál es su esencia?
4.
El
Problema del Fin y los Medios. Muchos sostienen la importancia del fin de tal
modo que cualquier medio es bueno si se ejecuta para obtener un fin bueno, esto
se conoce como la tesis maquiavélica “El fin justifica los medios”, pero con
esto lo único que ocurre es que se sobre valoran las “buenas intenciones “ de
un acto, que es parte del interior del ser y se descuida el aspecto externo del
acto (intenciones y finalidades). Con
esto quiero decir que “El fin jamás va a justificar los medios”.
5.
El
Problema de la Obligación Moral. Esto está íntimanete ligado con el tema de los
valores ya que normalmente se dice que lo que se hace por obligación, pierde
todo mérito , en cambio, cuando se realiza por propio convencimiento, adquiere
valor moral. Con esto se da a entender
que la obligación moral le quita al hombre la única posibilidad de ser el
mismo, de cuerdo con su propia moralidad y con su propio criterio. Pero hay que clarar también que una cosa es
la obligación entendida como coreción externa y otra como la obligación basada
en la presión interna que ejercen los valores en la conciencia de una persona.
6.
La
Diferencia entre Ética y Moral. Este es un problema que yo creo que a la
mayoría de las personas nos ha ocurrido y nos hemos preguntado ¿qué no es lo
mismo?. Pues no, por definición de raíces significan lo mismo (costumbre), pero
en la actualidad se han ido diversificando y lo que hoy conocemos como Ética
son el conjunto de normas que nos vienen del interior y la Moral las normas que
nos vienen del exterior, o sea de la sociedad.
2. La Ética y su Método
·
El
Carácter Científico y Racional de la Ética
La palabra
ética viene del griego ethos, que significa costumbre y la palabra moral viene
del latín mos, moris que también significa costumbre. Por lo tanto como ya se mencionó en capítulo
anterior ética y moral etimológicamente significan lo mismo. Las dos palabras se refieren a las
costumbres. Por lo que la definición
nominal de ética sería la ciencia de las costumbres. Pero lo que en realidad le
interesa a la ética es estudiar la bondad o maldad de los actos humano, sin
interesarse en otros aspectos o enfoques.
Por lo tanto podemos determinar que su objeto material de estudio son
los actos humanos y su objeto formal es la bondad o maldad de dichos
actos. Con esto podemos da una
definición real de la ética como la Ciencia que estudia la bondad o maldad de
los actos humanos. Con esta definición tenemos que la Ética posee dos aspectos,
uno de carácter científico y otro de carácter racional
El
carácter científico que da fundamentado en que la ética es una ciencia, pero
¿por qué una ciencia?, ¿por que no una técnica?. Bueno pues para aclarar esta duda tenemos que
definir lo que es una ciencia; la ciencia es un paradigma fundamentado,
paradigma porque establece un modelo universal o patrón de comportamiento de la
realidad y nos puede decir como se va a comportar dicha realidad, o sea que la ciencia puede predecir el
comportamiento de un objeto debido a que proporciona el modelo bajo el cual
actúa, así pues la ciencia no nos
“indica” como se comporta un objeto sino como “debe” actuar un objeto. Es
fundamentado ya que utiliza el método científico, que es el encargado de
corroborar por todos los medios posibles la adecuación del modelo con la
realidad. Recordemos que el modelo
inicial que propone la ciencia es una hipótesis y que gracias al método
científico, la hipótesis puede comprobarse y en ese momento se trata ya de un
modelo fundamentado. En fin el carácter
científico de la ética queda fundamentado en virtud de que esta disciplina
presenta un paradigma de conducta valiosa que el hombre debe realizar
El
carácter racional viene por el uso de la razón.
La ética no es una ciencia experimental, sino racional ya que fundamenta
sus modelos éticos por medio de la razón.
Ésta razón nos proporciona causas, razones, el porqué de la bondad en
una conducta realizada.
Con todo esto se puede decir que a la
Ética le concierne proporcionar las razones por las que ciertas conductas son
buenas y por lo tanto dignas de realizarse, también de argumentar en contra de
conductas malas como el homicidio, la drogadicción, el engaño, el robo, etc.
·
La
Ética es una Ciencia Normativa
La Ética
también es una ciencia normativa ya que estudia lo que es normal, pero no lo
normal de hecho, que es lo que suele suceder, sino lo normal de derecho, o sea
lo que debería suceder, por lo tanto la Ética es una ciencia que estudia lo
normal de derecho. Entonces podemos
decir que se está actuando de un modo ético cuando en esta conducta lo normal
de hecho coincide con lo normal de derecho.
·
El
Método de la Ética
La Ética
como toda ciencia posee un método por medio del cual se tenga un conocimiento
profundo de la conducta humana. El cual
consiste en los siguiente pasos:
1.
Observación. Este paso también es propio del método científico. La observación no solo consiste en acercarse
al hecho real y percibir a través de los sentidos en forma penetrante y amplia.
2.
Evaluación.
A partir de la percepción del acto por medio de la observación, se emiten un
juicio de valor moral, es decir tratar de catalogar el acto observado dentro de
las categorías morales previamente establecidas estudiadas como pueden ser:
reprobable, honesto, obligatorio, bueno, amable, recomendable, etc. Es
necesario existan matrices de valoración moral para así poder catalogar con más
detalle el acto estudiado.
3.
Percepción
axiológica. Es este aspecto se trata de
descubrir en forma personal los valores que todavía no se ha sido capaz de
descubrir o percibir en este acto. Una
vez hecho esto podemos darle un valor al acto estudiado de acuerdo a una escala
de valores.
·
Conceptualización
y conocimiento holístico en Ética
Existen
dos conceptos que aclaran el modo de cómo son captadas en la mente los temas
propios de la Ética. Los conceptos son dos vocablos alemanes, Verstand y
Vernunft .
Verstand
significa intelecto. Se trata de la inteligencia o sea la conceptualización,
análisis, razonamiento y percepción con toda claridad de un significado. El concepto claramente percibido es una
ventaja en el terreno científico pero cuando se trata de captar la realidad en
toda su riqueza, sus aspectos y dimensiones, es una desventaja ya que está
demasiado delimitado o definido con precisión.
Esto es que no podemos aplicar el Verstand a una obra de arte, ya que se
puede hacer una descripción oral y perfecta de dicha obra pera no es suficiente
para que logre atraer a nuestra mente todo lo que contiene esa obra, ya sea una
novela, pieza de teatro, pintura, sinfonía, etc. Esto mismo sucede cuando se trata de captar
valores, ya sean morales, estéticos o intelectuales. La Verstand nos puede dar el concepto de un
valor, pero nunca hacernos percibir le valor en sí mismo. Es ahí donde entra el
concepto Vernunft.
Vernunft
se refiere a un tipo de conocimiento totalmente opuesto al Verstand ya al de la
razón precisa y rigurosa. Vernunft es un
modo de captar la realidad sin necesidad de conceptos.. En el caso de los
valores ocurre cuando ya se sabe la definición del valor, se acepta y se
asimila, mas no necesariamente se puede actuar con valor. Esto es por ejemplo, un campesino que no ha
ido a la escuela, nunca ha tomado una clase de ética, pero eso no quiere decir
que no sepa lo que es ser bueno, honesto, íntegro. Pudiera ser que no sepa definir con palabras
esos valores, mas sin embargo los ha aceptado como parte de su conducta
humana. En la Psicología a este tipo de
conocimiento (Vernunft) también se le ha llamado Conocimiento Holístico. En
Pedagogía se le ha citado cuando se hace referencia a la síntesis, llamada en
alemán Aufhenbung y consiste unir los significados que parecían oponerse y
excluirse. Por ejemplo la tesis y la
antítesis captadas por medios de Verstand, o sea de manera conceptual, se
contraponen y excluyen, en cambio por medio de Vernunft, estas se fusionan en
un significado unitario, superior, armónico, holístico.
A lo largo de su vida el hombre puede
utilizar una enorme variedad de criterios orientadores para elegir su propia
conducta, aunque muchos de ellos no tengan que ver con la ética y la
moral. Pueden distinguirse seis niveles
o tipos de criterio:
1.
El
placer y los instintos.
2.
Las
normas inconsistentes y el Super Yo.
3.
La
presión social.
4.
Las
normas morales y civiles.
5.
Los
valores apreciados por sí mismo.
6.
El
Yo Profundo.
1.
El Criterio basado en el placer y los instintos. Con este
criterio el hombre, desde niño, busca lo agradable y evita lo desagradable, o
sea, buscar placer y evitar dolor. Este
nivel de placer instintivo, es el normal entre niños y adultos que no han
recibido una educación que les haya mostrado una apertura hacia otros valores
superiores. Pero tampoco hay que
desechar por completo este criterio cuando se trata de escoger una diversión,
pasatiempo o un tema de conversación, ya que este nivel es un auténtico
criterio que sirve como orientación en muchos casos de forma legítima. El problema o el error por así decirlo es
cuando se va a los dos extremos, es decir, 1) el uso exclusivo de este nivel en
cualquier situación de la vida, o 2) la eliminación absoluta de este criterio,
como si el placer fuera algo malo. Por
el contrario, el placer es un valor sin duda alguna ya que busca la
satisfacción de las necesidades vitales del ser humano.
2.
El Criterio basado en el Super Yo. Este criterio se
reconoce con facilidad ya que el sujeto se deja orientar rígidamente por
ciertas normas o valores que las autoridades le han inducido desde la
infancia. Y como son desde la infancia
esas normas y valores ya forman parte del inconsciente del sujeto y por esa
razón tienen un carácter autoritario, rígido, exagerado. De hecho este tipo de criterio impide al
sujeto de hacer excepciones cuando se encuentra en una situación dudosa. La orientación que este experimenta ya es
mecánica y ni el mismo puede saber el porqué
tener que actuar por necesidad en determinado sentido o dirección.
Existe un gran conflicto entre el primer nivel y el segundo.
3.
El Criterio basado en la presión social. Este reside en
la absorción de todas las normas y valores que el medio ambiente o sociedad
influyen en el individuo en forma de “presión social”. La guía de conducta dentro de una sociedad es
pues la moda y la propaganda. La presión
social es la principal fuente que orienta y empuja la conducta de las personas
cultas. En muchas ocasiones esa conducta
no tiene nada de objetable, pero en muchas ocasiones la gente se pregunta se un
individuo que actuó con cierta conducta, lo hico por responsabilidad o por
simple inercia, y si pudo haber actuado de manera diferente. Normalmente si confundimos la “obligación”
como la “presión social”, pero la verdadera obligación es la que da origen a
méritos de carácter ético, o sea, no es la obligación que proviene del
exterior, si no la que tiene que venir de nuestro interior, la que uno se
impone, de una autónoma y en función de los valores que hemos asimilado. Es por esto que este criterio es muy
generalizado y de escaso valor ético, sin embargo es superior a los otros
criterios debido a que se trata de una orientación consciente (aun que no
siempre en su totalidad). Por ejemplo:
una persona usa un determinado tipo de ropa porque es lo que ve, está de moda o
lo que oye en la propagando; en cambio, no está consciente del origen de las
normas y valores inculcados en su infancia por los cuales puede llegar a ser
muy puntual, muy aseado o muy ahorrativo.
Los tres niveles o criterios mencionados
anteriormente son los que se podrían llamar básicos o de uso generalizado. Los que se explicarán a continuación son de
orden superior y mucho más valiosos para la Ética.
4.
El Criterio Legal. Este consiste en orientar y dirigir la
conducta por medio de normas y leyes establecidos por terceros en algún
código. En cierto aspecto este tipo de
criterio resulta ser muy cómodo, pues uno puede consultar la ley y decide
conforme a ella sin mayor discusión. En
atención a dicha ley o conjunto de normas el individuo está dispuesto a
contravenir lo que dicen a sus instintos, su inconsciencia (Super Yo) y la
presión social. Se puede decir que al
hacer esto se tiene cierta garantía del valor de su conducta, sin embargo, el
apego y la fidelidad a la ley no constituyen la esencia del valor moral. Con
esto podemos decir que pueden llegar a existir verdaderas diferencias entre un
código civil y un código moral, los cuales podrían quedar en una verdadera
contraposición. Por ejemplo puede existir una ley que permita el aborto, pero
sin embargo, el individuo en su código moral no lo permite, y podría regirse
por ese criterio. O también una persona
condenada a varios años en prisión conforme a las leyes de su país, pero es
inocente desde el punto de vista de su propia conciencia moral. Con esto entendemos que existe una enorme
variedad de criterios de orden legal que pueden llegar a originar una verdadera
confusión en la mentalidad de una persona.
Pero el hecho de que existan códigos escritos ofrecen la posibilidad de
la amplia difusión de la ley con el mínimo de distorsión, puede plantearse de
manera universal y por tanto enseñarse y difundirse de generación en
generación. No hay que tampoco apegarnos tanto a este criterio, ya que al
apegarnos a este criterio en realidad nos estamos apegando en exceso a la letra
y no al propio espíritu de la ley, es aquí donde surge el legalismo, que podría
ser considerado como la falla principal de esta ley.
Encontramos entonces defectos en los niveles
anteriores (Super Yo y Legal) , los cuales son su rigidez y su falta de
adecuación a los casos singulares, cuyas características particulares no pueden
ser tomadas en cuenta por disposiciones de orden general. Pero no todo es malo, lo fuerte del nivel
Legal es la apertura y su capacidad de difusión de la ley.
5.
El Criterio Axiológico.
Este criterio se basa en los valores internamente percibido y apreciados
como tales, este criterio coincide con lo que se llama “actuar por propio
convencimiento”. Con este criterio una
persona puede descubrir algunos valores y los aprecia como tales, en función de
esos valores puede juzgar su situación y orientar su conducta, aún cuando tenga
que ir en contra de las leyes, la presión social y sus costumbres o
instintos. Una propiedad notable de este
criterio es la capacidad de eliminar aquellos conflictos que puedan surgir en
los niveles previos y actuar con serenidad y responsabilidad, pues su
conciencia ya no está dividida, sino que elige y actúa conforme a lo que el
percibe como valioso. Por este motivo, su conducta adquiere un valor ético. El criterio axiológico es el más adecuado
para la Ética, ya que los cuatro niveles anteriores pueden diferir con respecto
a lo que la persona considera valioso en su fuero interior. Sin embargo el criterio axiológico muestra
algunos defectos. El primero es la limitación de los valores sustentados, una
persona normalmente descubre los valores que se practican en su ambiente, pero
nada más, se tiene que hacer uso del Yo Profundo (nivel 6) para ser capaz de
vislumbrar un amplio horizonte de valores.
El segundo defecto es su individualismo, este criterio trata de una
Ética individual y para que pueda ser colectiva se tiene que hacer uso
nuevamente del Yo profundo.
6.
El Criterio basado en el Yo Profundo. Este criterio se
caracteriza por que el sujeto se guía en sus decisiones a partir de la
percepción axiológica que se obtiene durante la captación de su Yo
Profundo. El Yo profundo es el núcleo
del ser humano, es la persona, el plano del ser, difiere a lo del plano del
tener, que son las cualidades de la personalidad entre las cuales se encuentran
el estatus, los conocimientos, el inconsciente, el grado de inteligencia y
belleza, etc. El Yo profundo es lo
verdaderamente distingue a cada individuo, ya que no reside en lo que se cree
ser y valer. La importancia del Yo
profundo destaca por varias razones:
·
Cuando
una persona enfoca su Yo Profundo con los otros niveles de criterios el
horizonte axiológico o repertorio de valores se amplía, por lo tanto, el
individuo puede actuar en función de otros valores más profundos, elevados y
comunitarios.
·
La
captación del Yo Profundo crea un mayor sentido de responsabilidad al tener una
conciencia más clara de su Yo como sujeto y autor de su conducta.
·
También,
esta captación permite el descubrimiento de los valores propiamente humanos,
comunitarios y con validez universal.
Con el uso del Yo Profundo, el valor moral de
una persona puede quedar incrementado. Desde le punto de vista práctico es
importante tomar la actitud adecuada para poder captar al Yo Profundo y, con
ello, al conjunto de valores que allí están implicados.
Es importante destacar que debe existir una
relación entre los seis criterios de conducta en la evolución de a cada
individuo ya que no es extraño que un bebé se instale en el criterio de los
instintos y un niño de siete años elija conforme al criterio del Super Yo, o
que un adolescente se oriente principalmente por el criterio de la presión
social y sólo en función de cierta educación es posible saltar a los tres
niveles superiores: la Ley, el Valor y el Yo profundo. Esto no quiere decir que un adulto tenga que
seguir un criterio determinado, lo aconsejable es que dejen las decisiones
importantes a los niveles superiores y las mayorías de sus orientaciones cotidianas
las dejen a cargo de los niveles inferiores.
Es por esto que no debemos quedarnos fijos en un solo nivel, y es
recomendable usar la reflexión para revisar los hechos personales pasados y los
criterios utilizados, para así poder realizar una adecuación a nuestra conducta
y que amerite un nivel superior. La
mejor manera de alcanzar estos niveles superiores es la meditación mediante la
cual podemos captar y asimilar los valore superiores y los comunitarios que
influyen en la vida humana.
Ya
que se tiene definido lo que es la Ética, ahora hay que decir lo que es la
ética, o sea, aclarar los límites de esta ciencia y mostrar los terrenos más
allá de sus fronteras.
1.
Relación de la Ética con la Psicología. La Psicología se
parece a la Ética en cuanto a que también estudia los actos humanos, pero ésta
los explica en el aspecto del hecho y la Ética solo se interesa en las normas
de derecho de ese acto, es decir la psicología solo estudia el acto como objeto
material, el por qué ocurre. La Ética en
cambio estudia la bondad o maldad de dicho actos y dicta normas de cómo deben
estos.
2.
Relaciones entre la Ética y la Sociología. La sociología
surgió en el siglo XIX gracias a las aportaciones de Augusto Comte y de Karl
Marx. Estudia el comportamiento del hombre en forma global, es una ciencia de
hechos, mientras que la Ética es una ciencia de derechos.
3.
Relaciones entre la Ética y el Derecho. El derecho es un
conjunto de normas que rigen la conducta humana y en esto se parece a la Ética,
sin embargo, difieren entre las normas propias de cada una. Existen cuatro diferencias principales:
a)
Las
normas de la Ética son autónomas (cada individuo debe darse sus normas propias)
y las del Derecho son heterónomas (las normas provienen de una autoridad
diferente al individuo).
b)
Las
normas de la Ética rigen aspectos internos y las del Derecho aspectos externos.
c)
Las
normas de la Ética son unilaterales (el cumplir una norma no implica el
surgimiento de un derecho o una
obligación por parte de otras personas), y las del Derecho son bilaterales (una
obligación implica un derecho y viceversa).
d)
Las
normas de la Ética son incoercibles (aún cuando tienen un carácter obligatorio,
generalmente no conllevan un castigo explícito en el caso de no cumplirlas) y
las del Derecho son coercibles (la autoridad que ha establecido ciertas normas
civiles, tiene la facultad de exigir el cumplimientos de ellas, y para llevar a
cabo dicha tarea, impone vigilancia, fiscalización, sanciones, etc.).
4.
Relaciones entre la Ética y la Economía. La Economía es
la ciencia que trata de la producción, distribución y consumo de los bienes
materiales. Sus temas son, el trabajo,
la mercancía, el dinero, la ganancia, la utilización del trabajo, el comercio,
etc. La Ética relacionada con esta ciencia en el aspecto de la vida del ser
humano: su subsistencia, sus problemas pecuniarios, su lucha diaria por el
alimento, la vivienda y la ropa. Todo esto
está afectado por la explotación del asalariado, la injusticia en el pago de
sueldos, la falta de higiene en las fábricas, la falta de esmero en el trabajo
del obrero o la responsabilidad de los empleados. También como la Economía presenta un modelo ideal
que hay que cumplir, como si fuera un proyecto que seguir –como la ley de la
oferta y la demanda- aquí entra también la Ética ya que en más de una ocasión
el modelo económico es el relato de una serie de abusos, como suele ser en la
ley citada anteriormente. Los dos
modelos, el económico y el Ético tienen que ir entrelazados para así evitar la
explotación del trabajador, la marginación del asalariado, la usura en los
intereses cobrados a los países del Tercermundistas, la colonización del
trabajo, la producción y el gobierno de los países débiles. En fin la Ética tiene mucho que hacer en el
campo de la Economía.
5.
Relaciones entre la Ética y la Pedagogía. La
Pedagogía es el estudio de la educación, el significado de la palabra educación
proviene del vocablo educere, que significa conducir, guiar y también sacar
hacia fuera, desarrollar lo que está implícito.
También consiste en lograr que una persona haga, por sí misma, lo que
debe hacer. En sí la educación es una
disciplina que complementa a la Ética y viceversa. La Ética dicta que es lo que hay que hacer,
en tanto que la educación muestra el modo en que podemos lograr lo propuesto
por la ética. La educación es un arte en
tanto que la Ética es una ciencia. De acuerdo a los diferentes significados que
puede tener la educación se puede decir que:
a)
Cuando
educación significa conducir o guiar, la Ética muestra un modelo de conducta a
seguir y la educación dice como conducir al niño dentro de ese modelo.
b)
Cuando
educar significa saca hacia fuera, desarrollar lo que está implícito, se da a
entender que el mismo educando (la persona a educar) es la causa principal de
su educación, pues contiene en sí mismo las potencialidades que se van a
actualizar. En este caso la Ética
proporciona el modelo o guía de conducta humana buena, en tanto que la
educación proporciona las reglas prácticas para enseñar u orientar al educando
dentro de esa guía general.
c)
Cuando
educar significa lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe hacer,
la educación dicta cómo se debe proceder con el educando a fin de lograr su
autonomía, la madurez y la toma de responsabilidad por parte de éste. La Ética nos dice el qué hacer, mientras que
la Pedagogía nos dice el cómo.
d)
Educar
es actuar de tal manera que el educando capte un sentido personal en la realización
de valores, obligaciones y virtudes, los cuales constituye la Ética como un
conjunto de principios y conceptos abstractos sin ninguna aplicación práctica.
6.
Relaciones entre la Ética y la Metafísica. La Metafísica
contiene el fundamento de toda ciencia; ella nos dice tienen tanta validez la
matemática y la física, la Psicología y la Ética por supuesto. La Metafísica nos proporciona y explica
nociones y conceptos indispensables para entender la Ética, tales como el de
ser, bien, valor, acto, potencia, sustancia, accidente, materia, forma, etc.
Mismo que nos sirve como instrumentos mentales para captar el fondo de la
temática de la Ética. La relación Ética
– Metafísica es la misma que la de ciencia y su fundamento definitivo.
7.
Relaciones entre la Ética y la Teología. La Teología en
este caso la teología Moral trata de la valoración moral de los actos humanos,
mismo tema que el de la Ética, pero esta última utiliza la razón como
instrumentos de su estudio y la Teología Moral además de la razón utiliza los
datos de la fe como la Biblia y fuentes afines.
8.
Relaciones entre la Ética y la Religión. La religión es
la relación entre el hombre y Dios. Es
un contacto íntimo de la persona con un Ser infinito, del cual procede y ante
el cual puede ponerse gratificante y reconfortante. La Ética se relaciona con
la religión en la siguiente manera:
a)
Una
persona que mantiene un contacto íntimo con Dios, normalmente obtiene en ese
contacto la guía personal de su conducta correcta, se contacta simultáneamente
el Ser absoluto, el terreno de los valores y la fortaleza de conducirse en la
vida cotidiana.
b)
La
Religión institucionalizada contiene una serie de preceptos, la mayoría de
ellos con un alto valor moral, como son la caridad, la humildad, el sentido
comunitario, la compasión, la piedad, etc.
Es
por esto qué la Ética y la Religión guardan una muy estrecha relación, pero la
Ética científica y la filosófica procuran mantener su autonomía con respecto a
las normas morales que pueden surgir, y de hecho han surgido, a partir de la
Religión, sea esta última, una vivencia o una institución.
La Filosofía representa un horizonte
amplio que contiene y fundamenta a la ética.
El significado de la palabra Filosofía ha evolucionado notablemente a lo
largo de la historia, existen cuatro modos de definir a la Filosofía:
1.
La Filosofía como Amor a la Sabiduría (Definición
Nominal). La palabra Filosofía viene de dos raíces griegas, filos y sofia, que
significan amor y sabiduría. Entonces
entendemos que la Filosofía es amor a la sabiduría, es decir, afición,
tendencia o adhesión a un tipo especial de conocimiento que se llama sabiduría.
2.
La Filosofía como estudio de las Causas Supremas del
Universo (Definición Real). De acuerdo con la Filosofía tradicional creada por
Aristóteles y ampliada por Sto. Tomás de Aquino, la esencia de la Filosofía se
define como “la ciencia de todas las cosas desde el punto de vista de sus
causas supremas” de acuerdo con esta definición tenemos que:
a)
La
filosofía es una ciencia en tanto que hace referencia (aspectos importante de
una ciencia) a las causas de los hechos estudiados.
b)
La
Filosofía estudia las cosas tanto materiales como espirituales, visible e
invisible, mentales y extra mentales. En
fin es la ciencia más universal que pueda existir.
c)
La
filosofía estudia las cosas desde el punto de vista de sus causas supremas, o
sea que estudia la esencia de las cosas.
La filosofía es una ciencia o sea un
paradigma fundamentado, y es la más universal de todas, ya que presenta un
modelo del universo en su totalidad.
Modelo universal es precisamente el significado de la palabra paradigma. En aspectos filosóficos a este modelo también
se le llama Cosmovisión. El objeto
material u horizonte de la Filosofía son “todas las cosas”. En sí no hay nada que se escape al estudio de
la Filosofía, la universalidad de la Filosofía se comprende en el momento de
captar la potencialidad de nuestra mente.
Ya que gracias a ella es posible designar a todas las cosas con la
palabra ente, ya aquello que les da
existencia con la palabra ser. La Metafísica (rama primordial de la Filosofía)
trata de todos los entes, en lo que tienen de constitutivo común, a saber, el
ser de los entes. Con esto bastaría para entender de qué manera la Filosofía le
compete el estudio de todas las cosas. El objeto formal (aspecto que distingue
a cada ciencia) de la Filosofía es el fundamento último o las causas supremas de
todas las cosas, éstas causas se clasifican en: eficientes, (todo aquello que
produce a otro ente), finales (meta u objetivo grabado en el mismo ente),
materiales (contenido que constituye al ente) y formales (estructura que da
sentido o inteligibilidad al ente).
La causa material y formal forman la esencia
de un ente, con todo esto podemos definir a la Filosofía como el conocimiento
racional, intuitivo, y científico de las esencias y de los primero principios
de todo ente.
3.
La Filosofía como Cosmovisión. Una cosmovisión es un
conjunto de ideas que nos describen el modo en que percibimos el cosmos, el
mundo, es decir, las cosas, las personas y las situaciones que nos rodean. Cada persona tiene su propia cosmovisión, se
puede decir entonces que cada uno tiene su propia Filosofía. La cosmovisión es entonces el conjunto de
concepto, intuiciones, principios y valores que una persona ha adquirido a lo
largo de la vida y que le sirven para tomar una postura frente a los hechos que
la rodean.
4.
La Filosofía como Criterio Axiológico. La Filosofía como
Criterio Axiológico es como el lente que nos sirve para generar la cosmovisión,
por medio de este cada sujeto imprime un colorido, un valor y una
estructuración especial. En tanto que
una cosmovisión es un conjunto de principios, conceptos y valores, la Filosofía
es la forma o estructura (Gestalt) que el aparato cogniscitivo utiliza para
general y expresar su cosmovisión. En fin, la Filosoía tomada como un criterio
axiológico, es la “experiencia que le da al hombre maduro un toque de
sabiduría”.
Una vez definida la filosofía desde
diferentes aspectos es importante mencionar su importancia:
a)
La
Filosofía explica la diversidad de criterios. La persona que estudia Filosofía
se da cuenta desde el principio de la enorme diversidad de sistemas
explicativos de la realidad.
b)
La
Filosofía ayuda a comprender el pensamiento de otras personas. Es el instrumento que ayuda a comprender la
evolución de criterios entre dos o más personas y así al conocer las raíces de
esos cambios es más fácil dialogar con esas diferencias, pues el camino a
seguir ya no es el razocinio, si no la empatía.
c)
Los
conceptos filosóficos son instrumentos aptos para expresar las intuiciones de
los filósofos. El trabajo del filósofo
es doble. La primera etapa es la
intuición, develar el ser. La segunda es la conceptualización, un intento de
traducir y revestir los contenidos intuidos de modo que puedan expresarse y
entenderse por otras personas.
Debido a la enorme variedad de seres en el
universo la Filosofía se ha divido en diferentes ramas:
1)
La
Antropología Filosófica: estudia al ser humano desde el punto de vista de sus
características esenciales. Sus temas fundamentales son: la personas humana, la
conciencia, la libertad, los valores y la trascendencia humana.
2)
La
Lógica y la Teoría del Conocimiento estudian las características propias de un
conocimiento correcto y verdadero, respectivamente.
3)
La
Ética es la rama de la Filosofía que estudia la conducta humana desde el punto
de vista de su bondad o maldad. Esta
rama ha sido, posiblemente, la más conocida y comentada en el género humano.
4)
La
Estética la esencia de la belleza y del arte.
Entre sus temas más importantes se encuentra el estudio de la
creatividad humana y de la experiencia estética, así como los diferentes
géneros de las bellas artes.
5)
La
Metafísica es el estudio del ser en cuanto ser.
Es el estudio más propio y profundo de la Filosofía. El ser es el constitutivo fundamental de
todas las cosas (entes), lo que les da inteligibilidad y estructura. En el estudio de la Metafísica es donde
adquiere la Filosofía su máximo nivel y valor.
6)
La
Teodicea o teología Natural (considerada como una parte de la Metafísica), es
el estudio acerca de la esencia y existencia de Dios. Debe hacer la distinción entre Religión y
Teología. La religión no es una ciencia,
sino una institución que intenta la unión del hombre con Dios. La Teología sí es una ciencia, pero su
fundamento principal está en la revelación y la fe.
7)
Existen
otras ramas de la Filosofía, tales como la Filosofía de la ciencia, la
Filosofía de la naturaleza o Cosmología, la Filosofía del derecho, la Filosofía
política, la Filosofía de la historia, etc. Que normalmente se estudian en
cursos a nivel universitario.
La Ética al pertenecer a la Filosofía,
participa de las características de esta disciplina y la coloca en un puesto
más relevante debido a que le interesa el estudio de la esencia de los actos
humanos, o sea, trata de esclarecer cuáles son las características propias de
todo acto humano, una de ella es la libertad, sin ella no hay acto humano sino
acto del hombre, la condición indispensable de un valor moral es el acto
humano, es decir, un acto ejecutado libremente.
A la Ética también le interesa el estudio de
la esencia de los valores y, en especial del valor moral, tratar de ver en qué consiste un valor, sus
propiedades y los propio de un valor moral.
Lo interesante del carácter filosófico de la
Ética es el intento de penetración hasta la esencia de la bondad de la conducta
humana.
En resumidas cuentas estudiar Ética es
filosofar sobre los actos humanos, es investigar las causas supremas de los
actos humanos, escudriñar en lo más íntimo de la conducta del hombre, en la
esencia de las operaciones humanas para así, vislumbrar allí los aspectos de
bondad, perfección o valor, que pueden encerrar en su misma naturaleza y en su
calidad de creaciones humanas.
El
uso de la palabra Ética y la palabra Moral está sujeto a diversos
convencionalismos y que cada autor, época o corriente filosófica las utilizan
de diversas maneras. Pero para poder
distinguir será necesario nombrar las características de cada una de estas
palabras así como sus semejanzas y diferencias.
1.
Características de la Moral. La Moral es el hecho real
que encontramos en todas las sociedades, es un conjunto de normas a saber que
se transmiten de generación en generación, evolucionan a lo largo del tiempo y
poseen fuertes diferencias con respecto a las normas de otra sociedad y de otra
época histórica, estas normas se utilizan para orientar la conducta de los
integrantes de esa sociedad.
2.
Características de la Ética. Es el hecho real que se da
en la mentalidad de algunas personas, es un conjunto de normas a saber,
principio y razones que un sujeto ha realizado y establecido como una línea
directriz de su propia conducta.
3.
Semejanzas y Diferencias entre Ética y Moral. Los puntos
en los que confluyen son los siguientes:
·
En
los dos casos se trata de normas, percepciones, deber ser.
·
La
Moral es un conjunto de normas que una sociedad se encarga de transmitir de
generación en generación y la Ética es un conjunto de normas que un sujeto ha
esclarecido y adoptado en su propia mentalidad.
Ahora los puntos en los que difieren son los
siguientes:
·
La
Moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecidas en el seno
de una sociedad y como tal, ejerce una influencia muy poderosa en la conducta
de cada uno de sus integrantes. En
cambio la Ética surge como tal en la interioridad de una persona, como
resultado de su propia reflexión y su propia elección.
·
Una
segunda diferencia es que la Moral es un conjunto de normas que actúan en la
conducta desde el exterior o desde el inconsciente. En cambio la Ética influye en la conducta de
una persona pero desde si misma conciencia y voluntad.
Una tercera diferencia es el carácter
axiológico de la ética. En las normas morales impera el aspecto prescriptivo,
legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo. Es decir en las normas morales destaca la
presión externa, en cambio en las normas éticas destaca la presión del valor
captado y apreciado internamente como tal.
El fundamento de la norma Ética es el valor, no el valor impuesto desde
el exterior, sino el descubierto internamente en la reflexión de un sujeto.
Con lo anterior podemos decir existen tres
niveles de distinción.
1.
El
primer nivel está en la Moral, o sea, en las normas cuyo origen es externo y
tienen una acción impositiva en la mentalidad del sujeto.
2.
El
segundo es la Ética conceptual, que es el conjunto de normas que tienen un
origen interno en la mentalidad de un sujeto, pueden coincidir o no con la
moral recibida, pero su característica mayor es su carácter interno, personal,
autónomo y fundamentante.
3.
El
tercer nivel es el de la Ética axiológica que es el conjunto de normas
originadas en una persona a raíz de su reflexión sobre los valores.
Existen
dos tipos de actos, los Actos humanos y los Actos del hombre, ambos son
ejecutados por el hombre pero poseen ciertas diferencias:
1.
Los Actos Humanos. Son ejecutados consciente y
libremente, es decir, en un nivel racional.
Son originados en la parte típicamente humana del hombre, es decir, en
sus facultades específicas, como son la inteligencia y la voluntad. Estos son el objeto material de la Ética y
son los que pueden ser juzgados como buenos o malos desde el punto de vista de
la Moral.
2.
Los Actos del Hombre. Carecen de conciencia o de libertad
o de ambas cosas, un ejemplo claro es por ejemplo la digestión, la respiración,
etc. Los actos del hombre sólo
pertenecen al hombre porque él los ha ejecutado, pero no son propiamente
humanos porque su origen no está en el hombre en cuanto a hombre, sino en cuanto
a animal. Estos actos carecen de moral
(son amorales) por lo tanto no pueden juzgarse desde el punto de vista moral
como buenos o malos, si pueden juzgarse como buenos o malos pero desde otro
punto de vista, como por ejemplo el fisiológico.
Los actos, ya sean
humanos o del hombre, tiene un cierto valor ontológico independiente del valor
moral. El valor ontológico o metafísico
de la conducta humana se refiere al hecho real, a la existencia, a la
objetividad del acto. En cambio el valor
moral depende de ciertas condiciones subjetivas y propias de la persona que
ejecuta dicho acto, como la intención, la libertad, el grado conciencia,
etc. El valor moral se encuentra solo en
los actos humanos y el valor ontológico se encuentra en ambos.
Cuando se dice que un
acto humano tiene un valor moral, se está implicando que este valor moral puede
ser de signo positivo o de signo negativo.
Trabajar, por ejemplo, tiene valor moral positivo, pero asesinar tiene
un valor moral negativo. Normalmente
hemos designado al valor moral negativo como “inmoral”, pero esta palabra, en
su etimología, indica mas bien un desligamiento del valor moral y los únicos
actos que están desligados de los valores morales son los actos del hombre,
pero estos ya han sido calificados como “amorales”.
Todo acto humano
tiene un elemento psíquico que también es motivo de una valoración moral, este
es el “Fin” o “intención” que es el objetivo o finalidad por la cual se realiza
un acto humano, por medio del fin o intención dos actos humanos idénticos
pueden diferir notablemente por el autor que realizó cada acto.
La palabra “Fin” tiene varios significados,
desde luego no se tomará en cuenta el que se refiere a lo último, lo
extremo. La palabra fin significa
intención, objetivo, finalidad.
La palabra fin tiene una doble división
cuando significa objetivo o finalidad.
a)
Cuando
significa objetivo, suele considerarse el fin próximo (es el que se subordina a
otros), el fin último (no se subordina a ningún otro), el fin intermedio
(participa de los dos, o sea, se subordina al fin último y él mismo mantiene
subordinado al fin próximo).
b)
Cuando
hablamos del fin como intención o finalidad, podemos referirnos al fin
intrínseco del acto (es el que posee la acción misma de acuerdo a su propia
naturaleza) o al fin del sujeto que ejecuta el acto (es el que de hecho intenta
el actor de la acción, en algunas ocasiones este fin difiere con respecto al
fin del acto).
Otro aspecto que ha
estado conectado a la Ética desde los tiempo de Aristóteles es el tema de la
felicidad. La felicidad es la
actualización de las potencias humanas, es decir, la realización y el ejercicio
de a facultades y demás capacidades del hombre.
Cuando el hombre pone a funcionar sus potencialidades, la consecuencia
natural es la felicidad. Además, éste es
el fin propio del hombre. El hombre está
hecho para ser feliz. Desde el punto de
vista de la Filosofía y la Psicología, la felicidad es la consecuencia normal
de un funcionamiento correcto del ser humano.
Se pueden distinguir tres tipo o niveles de felicidad:
a)
La
Felicidad Sensible. Es la experiencia de satisfacción y beneplácito a partir de
los sentidos.
b)
La
Felicidad Espiritual. Es superior a la sensible y se obtiene por el correcto
funcionamiento de las potencialidades
humanas en un nivel suprasensible, como la inteligencia, la voluntad, el amar,
la libertad, el arte, las virtudes, etc.
c)
La
Felicidad Profunda. Proviene del núcleo de identidad personal. Es una felicidad más refinada que las dos
anteriores y sólo se percibe cuando el individuo capta su propio núcleo por
medio de un conocimiento conceptual y atemático.
La
libertad humana se puede definir como la “autodeterminación axiológica”. Esto significa que una persona libre se
convierte, por ese mismo hecho, en el verdadero autor de su conducta, pues él
mismo la determina en función de los valores que previamente ha asimilado. Cuando no se da la libertad, o se da en forma
disminuida, entonces el sujeto actúa impedido por otros factores,
circunstancias y personas, de modo que ya no puede decirse que es el verdadero
autor de su propia conducta. De acuerdo
con esto se dice que la condición
previa de la libertad en un individuo es la captación y asimilación de los
valores. En la medida en que un
individuo amplía su horizonte axiológico, podrá ampliar paralelamente el campo
de su propia libertad. Y en la medida en
que una persona permanezca ciega a ciertos valores, se puede decir que posee
una limitación en su libertad.
La
libertad humana tiene que ir paralela con el sentido axiológico y el sentido de
responsabilidad, de no ser así se convierte en libertinaje.
La
postura que niega la libertad humana es el “determinismo”, postura propuesta
por Skinner que ha cobrado auge, este psicólogo conductista rechaza la libertad
en función de un fenómeno también real: los condicionamientos en que vive
inmersa la mayoría de la gente.
Uno
de los aspectos más importantes en la vida de una persona es su proceso de
liberación. La libertad puede aumentar o
disminuir a lo largo de la vida. Los
primeros factores que limitan la libertad del hombre son: los
condicionamientos, el Super Yo, las manipulaciones ajenas, las emociones
sofocantes y las ataduras de una filosofía pesimista.
El
tipo de libertad del que estamos hablando es la libertad interior, ésta se rige
por valores captados, también es llamada libertad axiológica una vez que se
asimilan los valores. El hombre elige
realizar algún valor o rechazarlo. La Libertad no existe cuando una persona es
ciega para los valores. Actuar
libremente significa inclinarse, adoptar y realizar un valor, o
rechazarlo. Cuando no existe uno o
varios valores en la mente del individuo, su conducta va a estar orientada, no
por valores, sino por instintos, reflejos, condicionamientos, hábitos,
inclinaciones surgidas del inconsciente, presiones externas, etc. La percepción de los valores es indispensable
para que exista un acto libre. Existen
dos modos de percibir lo valores:
a)
En
forma conceptual. Es la que se logra por
medio de explicaciones teóricas o descripciones más o menos distantes del
objeto valioso.
b)
En
forma intuitiva. Es la que se logra por
medio de una vivencia en la cual se capta, se aprecia y se adopta ese valor
como tal dentro del mundo personal del sujeto cognoscente.
Para que la libertad axiológica se pueda dar
debe existir la posibilidad de un conocimiento holístico o intuitivo de uno o
varios valores. Sin este tipo de
conocimiento, muy diferente al conocimiento conceptual, no es posible que se dé
la libertad que nos lleva al valor moral.
En otras palabras: para elegir un valor, primero hay que conocerlo y
apreciarlo en cuanto a tal.
Para
un manejo sencillo de las clasificaciones de la libertad, esta se ha divido dos
muy sencillas:
a)
Libertad-de:
Significa libertad de obstáculos, de vínculos o de restricciones, sean estos de
orden físico o de orden moral.
b)
Libertad-para:
Significa libertad para alcanzar un objetivo o para realizar un valor o para
llegar a una meta, es de tipo interna y reside en la voluntad.
La libertad humana no
es absoluta. Existen varios obstáculos
que disminuyen y, a veces, nulifican la libertad de la conducta humana. El
Estudio de ellos proporciona mayor claridad para la comprensión de los actos humanos
en la vida real. En la medida en que
falta libertad, el acto humano pierde su calidad de humano y llega a
convertirse en un simple acto del hombre. A pesar de esto, la libertad puede
conquistarse e incrementarse a partir del nivel de desarrollo y madurez propio
de cada uno. Afortunadamente existen
procedimientos psicológicos que fomentan este gradual crecimiento de la
libertad personal.
Existen cinco obstáculos contra la libertad:
1.
La Ignorancia. Consiste en la ausencia de conocimientos,
es un obstáculo ya que para elegir algo, es preciso conocerlo. El mejor consejo para obtener la libertad es
abrir horizontes, ilustrar acerca de nuevas posibilidades. Muchos fracasos en las carreras profesionales
se deben a una elección incorrecta de ella por ignorar otras especialidades que
estarían más de acuerdo con las cualidades del sujeto.
2.
El Miedo. Consiste en la perturbación emocional producida
por la amenaza de un peligro inminente y es un obstáculo ya que en casos
extremos (pavor), puede producir una ofuscación completa de las facultades
superiores, y todo lo que se ejecuta en esos momentos pierde el carácter de
acto humano, pues el sujeto no puede responder de ello.
3.
La Cólera y Otras Pasiones. La cólera, también llamada
ira, enojo o coraje, al igual que otras emociones y pasiones producen una
fuerte limitación en nuestra capacidad de elegir libremente. Las emociones como el odio, la tristeza, la
alegría, los celos, la envidia y el enamoramiento, son respuestas orgánicas (de
adecuación o de inadecuación, de aceptación o de rechazo) por parte del sujeto
cuando percibe un objeto afín o discordante.
La emoción llevada a los extremos recibe el nombre de pasión. La palabra “sentimiento” expresa casi siempre
lo mismo que la palabra emoción, cuando se trata de un fenómeno persistente.
4.
La Violencia. Es una fuerza externa, física o psíquica,
ante la cual es difícil o imposible resistirse.
Ésta puede debilitar la libertad del sujeto hasta el grado de suprimir
toda responsabilidad en lo que se refiere a la conducta realizada en esos
momentos.
5.
Los Desajustes Psíquicos. Los desajustes psíquicos, entre
los cuales sobresale la neurosis, debilitan la libertad debido a que la persona
se siente atada a ciertos patrones de conducta, a mecanismos de defensa, a lo
que le dicta el autoconcepto o el Super Yo, a las emociones exageradas, como la
ansiedad y la angustia, que ya hemos mencionado.
Una vez que se ha
estudiado a libertad en su esencia, en sus diferentes tipos y en su realización
limitada, es necesario reflexionar sobre el fenómeno y obtener cuáles son las
razones por las que afirmamos que el hombre es libre. Estas razones son las
siguientes:
a)
Cada
persona tiene conciencia de su propia libertad.
En cualquier momento puede verificar experimentalmente que en realidad
posee la capacidad de escoger una dirección u otra, y que de hecho escoge una
de ellas por propia determinación. Este
hecho es innegable.
b)
Si
se reflexiona sobre los obstáculos de la libertad ¿sería posible que se
experimentaran obstáculos y limitaciones de la propia libertad, si ésta en
realidad no existiera?. Una persona se
puede experimentar en sí misma en dos situaciones diferentes: en la primera se
capta con el poder de autodeterminarse, pero en la segunda se capta limitada
por los obstáculos ya descritos. En el
primer caso experimenta un cierto poder de elección, y en el segundo no, pues
se siente dominado, determinado, por fuerzas que en ese momento son
invencibles. Es por eso, que esa
diferencia, ese poder, que es innegable, constatable, limitable, y que no es el
producto de ninguna teoría abstracta, es justamente la libertad o poder de
autodeterminación.
Contradiciendo todo
lo relacionado a la existencia de la libertad está el fenómeno del
determinismo, el cual niega la existencia de la libertad como tal, ya que
aunque los hechos no se pueden negar, el hombre ha sufrido una ilusión desde el
momento en que ignora las causas ocultas de su propia conducta. Ingenuamente, aseguran pensadores de ésta
corriente, se cree que elegimos libremente cuando no se tiene conciencia de las
causas más profundas de nuestra conducta.
La tesis central del
determinismo es la de que el hombre ya está fijado o “determinado” en cierta
dirección por diferentes causas que desconoce en el momento mismo y que, por
tanto, su decisión “libre” sólo sigue siendo de nombre. Los principales expositores de esta corriente
fueron: Leibniz, Spinoza, Freud y Skinner. Cada uno con su tesis sobre el
comportamiento del hombre.
Existen otros tipos
de determinismo además de los expuestos por los pensadores mencionados
anteriormente, éstos son el Determinismo Biológico y el Sociológico, que
sostienen la existencia de otras fuerzas rectoras de la conducta humana como
pueden ser la programación genética y la coerción social.
Según hemos visto la
Libertad es una de las principales condiciones para que un acto pueda ser
calificado como un acto humano propiamente dicho (ya que solo en los actos
humanos interviene la inteligencia y la voluntad). También la Libertad ha quedado definida como
una “autodeterminación axiológica”, o sea, que los valores morales sólo son alcanzados
cuando una persona ejecuta su conducta en pleno uso de sus facultades de
conocimiento y de voluntad. El ejercicio de la Libertad, en la medida en que
incorpora valores en el momento de la elección, es la raíz de la superioridad
de un acto humano y de su valor moral.
En
los capítulos anteriores se han analizado los actos humanos desde el punto de
vista de su libertad, ahora se verá el aspecto de la bondad o maldad de ellos
que es el objeto formal de estudio de la Ética.
1.
La Esencia de la Bondad en general. Podemos aproximarnos
a la esencia de la bondad por su paralelismo con la verdad Así como la inteligencia está hecha para la
verdad, la voluntad está hecha para la bondad.
Es por esto qué se dice que el objeto propio de la inteligencia es la
verdad y que, similarmente, el objeto propio de la voluntad es la bondad. Se trata de las dos tendencias fundamentales
del ser humano (inteligencia y voluntad); cada una de ellas está dirigida a
estos dos valores en particular (verdad y bondad). Existen dos tipos de bondad.
a)
La
bondad ontológica, que existe en cualquier objeto en tanto que se presenta como
atractivo para la voluntad.
b)
La
bondad moral es un calificativo referido a los actos humanos cuando éstos
llenan las condiciones especificadas por la Ética. A esta ciencia le compete el estudio de las
cualidades requeridas para que un actos pueda ser considerado poseedor del
valor moral, es decir, como bueno o como malo moralmente hablando.
2.
La esencia del Valor en general. La esencia del valor
está en la preferibilidad de un objeto, es decir, en una cualidad que logra
atraer la atención y la inclinación de las personas que lo perciben, es pues,
una especie de imán que poseen algunos entes, gracias al cual una persona dice
preferir ese objeto. Tenemos pues, Valor
es todo ente en cuanto que guarda relaciones de adecuación con otro ente (en
este caso el ser humano) . El valor
reside en las cosas, y consiste en una cualidad por la cual esas cosas son
preferibles al hombre, a sus facultades, a su naturaleza. Los valores son tales porque guardan una
relación armoniosa con el ser humano. El
valor es todo ente en cuanto qué guarda una relación armoniosa con el ser
humano. La diferencia principal entre bien y valor está en la mayor extensión
de este último. El bien es un valor, al
igual que la verdad, la belleza y la virtud.
Y el término valor es un género donde entran las especies antes
mencionadas.
3.
La Esencia del Valor Moral. Una de las respuestas más
claras y prácticas es la que propone a la naturaleza humana como el fundamento
de la moralidad. Ser moral significa
actuar conforme a las exigencias de la naturaleza humana. Quien reflexione sobre la naturaleza humana,
descubrirá allí algunas exigencias, que son la base de los derechos y las
obligaciones de todo hombre, tales como el derecho a la vida, a la verdad, a
sus propiedades, etc. Uno de los
criterios fundamentales en lo que a moralidad se refiere es la recta
razón. Se entiende por recta razón como
la inteligencia humana en tanto que actúa por sí misma, sin desviaciones
provocadas por las pasiones, los instintos o algún interés personal. Quien actúa conforme a la recta razón,
determina cuáles son sus exigencias propias de la naturaleza humana que en ese
momento le conciernen. De acuerdo con lo
anterior, una persona con valor moral es aquella que actúa en la misma línea de
sus tendencias y exigencias como ser humano.
Ser moral es equivalente a ser más hombre (independientemente del sexo),
ser más humano, apropiarse de las cualidades que pertenecen por esencia a su
propia naturaleza humana. El valor moral
lo puede adquirir una persona cuando realiza una norma moral y mejor también,
cuando ejerce una norme ética. Lo esencial
en la conducta moral está en la libertad guiada por valores superiores.
4.
Descripción del Valor Moral. La Esencia del valor moral
es la congruencia de la conducta con la naturaleza humana, pero esta esencia
resulta muy general y poco aplicable así que es conveniente mencionar algunas
características propias de este valor:
a)
El
valor moral perfecciona a las personas en cuanto a tal, en tanto que los demás
valores perfeccionan al individuo en aspectos parciales o periféricos, el valor
moral se enclava en el núcleo de la identidad personal.
b)
La
persona con valor moral es todo lo contrario al sujeto mezquino, egocéntrico
interesado exclusivamente en su propio bienestar.
c)
La
Persona con moral manifiesta y contagia una felicidad que surge de su propia
interioridad, del núcleo de su identidad personal.
d)
La
persona con valor moral manifiesta una triple armonía: Su conducta es
congruente con lo que piensa y lo que dice.
No hay autoengaño ni falsas posturas hacia los demás. Y los tres
niveles: pensamiento, palabras y acciones, expresan lo mismo, la naturaleza que
se está realizando en forma armoniosa.
e)
La
Persona que actúa con un nivel moral positivo tiene puesta su atención en valor
moral intrínseco del acto que ejecuta y no del beneficio personal que le traerá
este.
f)
Un
acto honesto es una acción que posee un valor intrínseco y, además, se ejecutan
dentro de una actitud de benevolencia, desinterés y generosidad que procede del
núcleo de identidad personal del individuo.
5.
El Relativismo Moral. Es la postura moral que sostiene la
falta de objetividad de los valores y, por lo tanto, la ausencia de un
fundamento objetivo y universal de sostener un criterio moral determinado. Según esto cada persona crea sus propios
valores y, en consecuencia, es imposible hablar de un criterio moral único que
rija por igual a todos los seres humanos.
6.
El Amoralismo. El sentido correcto de la palabra amoral
es le etimológico; sin moral, independiente de la moral, carente de valor
moral. A este plano corresponden los
actos del hombre que permanecen en un plano inferior al de los actos humanos. Pero en la actualidad se ha tergiversado, ya
que basta que una persona se declare autónoma o indiferente a las leyes morales
para que indebidamente se calique a si misma como amoral. El calificativo obviamente es incorrecto, ya
que sigue ejecutando actos humanos (utiliza la inteligencia y la voluntad), por
lo tanto no son actos amorales, sino morales, ya sean con signo positivo o
negativo. En si el término amoral corresponde a los actos del hombre y a las
ciencias y técnicas que ha creado. Por ejemplo: la ciencia en cuanto a ciencia
es amoral ya que la ciencia es un conjunto de verdades objetivas, frías y
racionales acerca de la naturaleza de las cosas y las personas, permanece en un
plano que no toca lo moral.¿qué valor se le puede asignar a la ley general del
estado gaseoso?. Sin embargo en el caso
del científico, él y su conducta, aunque son libres, son susceptibles de los
cánones de la Ética. Este científico
puede alcanzar un enorme valor moral en sus investigaciones, aun cuando la
ciencia en sí misma sea amoral.
El valor se puede
referir como todo objeto en cuanto qué guarda relaciones de adecuación con otro
objeto. Esto significa que cualquier
objeto puede ser valioso, todo depende de su armonización con otras cosas. Dicha armonía o integración no depende de que
el sujeto la capte o no; el sujeto no crea esa armonía, sino que se da mucho
antes de que el sujeto la descubra y la observe. Esa es la base de la objetividad de los
valores. Además, un valor tiende siempre
hacia dos polos,, dado que la adecuación o armonía entre dos cosas puede tener,
incluso grados o gamas entre los dos polos que suelen considerarse, esta es la
base de la bipolaridad. Además los
valores poseen otra característica, son preferibles, es decir, muestran un
cierto atractivo a las facultades humanas.
Los valore también son trascendentes, es decir, los objetivos valiosos
no agotan el concepto o esencia del valor que entrañan, esta es la diferencia
entre valor y bien. Una última característica de los valores es que son
jerarquizables , es decir, todos ellos, guardan entre sí un cierto orden en
relación con las preferencias y características del ser humano.
Decir que los valores
son objetivos equivale a decir que éstos existen en la realidad
independientemente de que éstos sean conocidos o no. En cambio afirmar la subjetividad de un valor
quiere decir que los valores son creados por el sujeto. Esta objetividad y subjetividad son
mutuamente excluyentes sino que normalmente se complementa ya que puede ser que
mientras existe una relación de adecuación entre dos cosas (la objetividad del
valor), en este caso la persona y el objeto, es también posible que esta
persona añada por su cuenta (subjetividad) un elemento de preferibilidad al mismo
objeto. Normalmente a esa parte
subjetiva del valor se le conoce como valorización, que muchas veces es
confundida con el valor. El valor es objetivo, ya que se da independiente del
conocimiento que se tenga o no de él, en cambio la valorización es subjetiva ya
que depende de las personas que juzgan; aún así para que una valorización sea
valiosa, debe tener un poco de objetividad, es decir, necesita basarse
efectivamente en los hechos reales que se están juzgando y no ser un producto
de conductas viciosas o circunstancias desfavorables del que juzga.
Cuando hablamos de
valores se puede notar una característica peculiar, siempre se consideran en
pares, por ejemplo: belleza y fealdad, verdad y falsedad, bondad y maldad. Ahora bien en la mente humana podemos
detectar varias escalas que utiliza ésta para referirse al tema de los valores,
aun cuando siempre van de un polo superior hasta otro inferior y viceversa, en
el fondo se vislumbran diversas estructuras noéticas con las cuales nosotros
catalogamos y damos peso a esos dos
polos y además ordenamos los valores intermedios entre los dos puntos extremos.
Estas escalas, por su
parecido con las escalas numéricas, se denominan de la siguiente manera:
1.
La Escala Bipolar. Es la más sencilla de todas. Esta escala considera solo dos calificativos,
dos extremos opuestos, uno positivo y otro negativo, por ejemplo: verdadero y
falso, vida y muerte, aceptado o no aceptado, etc.
2.
La Escala de múltiples valores positivos y negativos.
Esta escala considera además de los dos polos, la posibilidad de que existan
matrices entre los dos extremos. Se
puede comparar con la escala algebraica que utiliza el cero y a partir del cual
se dan números positivos hacia arriba y números negativos hacia abajo. Esta escala siempre promueve el nivel
positivo, más y más cualidades, más riqueza, más belleza. La ventaja enorme de esta escala con respecto
a la primera consiste en que en esta si se admiten matrices, lo cual
proporciona a la mente una facilidad para emitir sus juicios de valor y se sale
del encasillamiento de la bipolaridad pura.
3.
La Escala de la normalidad central. Esta escala es un
poco más sofisticada, ya qu además de considerar los dos polos y las matrices
de valores, pone el peso axiológico en el centro de dicha escala, es como la
campana de Gauss, esta es como una parábola, por lo tanto en su extremo más
alto se expresa el mejor valor y así va decreciendo hacia la izquierda y a la
derecha, es ahí donde se manejan los número negativos y positivos. Entonces tenemos que se concibe lo normal
como un valor en el centro y lo anormal como valores hacia la derecha y hacia
la izquierda. Hay que recordar que en
caso de los valores en estas escalas, estos no se tratan de números, esta
escala es una simple analogía, pero
muestra con claridad de que manera se conciben algunos valores.
4.
La Escala del cero absoluto. Esta es la más difícil de
captar y de aceptar, proviene de la Filosofía escolástica, y es comprable a la
escala termométrica de Kelvin que considera el cero absoluto en el punto
inferior, de tal manera que toda graduación es de números positivos. En esta escala no hay números negativos y
ésta es la tésis que sostiene esta Filosofía, tesis que normalmente produce un
fuerte rechazo cuando se oye por primera vez. A la gente le cuesta entender que
alguien sostenga la no existencia de valores negativos y la inexistencia del
mal. Para la Filosofía escolástica el
mal es una privación del bien, es decir,
el mal como tal no existe, sino lo que existe es una ausencia del bien. La
privación es eso, la ausencia de algo que debería existir.
Esta propiedad es el mismo corazón del
valor. Consiste principalmente en esa
particularidad por lo cual los valores atraen la atención hacia sí mismos la
atención, las facultades y, en especial, la voluntad del hombre que los
capta. Cuando el hombre se encuentra
enfrente de varias cosas, este prefiere las que encierran un valor.
Esta característica de atracción surge ante
la imperfección que muestra el ser humano y la necesidad que tiene éste de
eliminarla, complementándose con otros objetos, otros entes que de alguna
manera llenan o satisfacen su hambre de desarrollo y de plenitud. A partir de esta polarización: el atractivo
de los valores por un lado y l precariedad humana por el otros, el valor se ha
convertido en el satisfactor normal de la naturaleza humana imperfecta y
necesitada. El valor es le alimento del
ser humano como tal, es el ente que se adecua a la naturaleza humana dada su
calidad de ente en desarrollo y evolución.
Captar los valores es lo mismo que reconocer el alimento adecuado la
propia naturaleza, a las propias facultades necesitadas de algún complemento
que las satisfaga.
Pero existe una situación precaria en la
naturaleza humana, la ceguera axiológica, es decir la incapacidad para
reconocer por sí mismo cierto tipo de valores.
Nos muestra que el hombre requiere un desarrollo especial para poder
captar ciertos valores. Cuando se nace
se tienen instintos y necesidades, por lo la persona busca instintivamente los
bienes que lo satisfacen, pero con el tiempo se va desarrollando y empieza a
encontrar y apreciar poco a poco otros valores, que antes le eran indiferentes. Con la educación y la cultura, un individuo
aprende a reconocer y apreciar valores cada vez más refinados. Pero sin esa
educación y cultura, el horizonte axiológico del individuo se queda limitado, y
aunque él quiera no podrá aprecia cierto tipo de valores como por ejemplo la
belleza artística, ya sea en la música, en la pintura o en la literatura. Esto
tiene mucho que ver con la situación en que se encuentre cada individuo, no
todos nos cultivamos por igual.
Pero es peor la ceguera axiológica en el
plano de lo moral, ya que el adulto que no tiene la capacidad de captar y
apreciar el valor de la virtud, que no encuentre la diferencia entre lo malo y
lo bueno, sufre de una verdadera privación y no de una simple negación. Es por ello que debe existir una educación
axiológica en el que al niño se len todos los elementos para crearle un
ambiente en donde pueda asomarse a los valores que le van a proporcionar la
satisfacción de una naturaleza normalmente en crecimiento y en busca de
plenitud. Es importante orientar su motivación axiológica hacia los valores que
lo motiven sin perjudicar a nadie más.
Otros de los aspectos por los cuales los
valores son preferibles es por su trascendencia, trascender significa estar mas
allá; por lo tanto; este término nos indica que los valores sólo e dan con
perfección mas allá de este mundo, no aquí. Y al buscarlos nosotros y
aceptarlos como una guía en nuestros actos, nosotros trascendemos con ellos.
Existe una gran cantidad de valores, pero
pueden ser ordenado dentro de una jerarquía que muestra la mayor o menor
calidad de dichos valores comparados entre sí.
Es claro que no es igual lo material que lo espiritual, lo animal o lo
intelectual, lo humano o lo divino, lo estético o lo moral.
Por lo tanto para dicha clasificación
utilizaremos el criterio de que el valor será más importante y ocupará una categoría más levedad en cuanto
perfeccione al hombre en un estrato cada vez más íntimamente humano. Entonces
de acuerdo con este criterio tenemos que los valore se pueden clasificar en:
1.
Valores Infrahumanos. Son aquellos que perfeccionan al
hombre en sus estratos inferiores, en lo que tienen en común todos los seres,
aquí se encuentran valores como son el placer, la fuerza la agilidad, la salud,
etc. Todos estos pueden ser poseídos por las mismos seres.
2.
Valores Humanos Inframorales. Son todos los valores
humanos, aquellos que son exclusivos del hombre, que perfeccionan los estratos
que sólo posee un ser humano, como lo son:
a)
Valores
económicos. como la riqueza, el éxito, todo lo que expansione la propia
personalidad (valores eudemónicos)
b)
Valores
noéticos. Son los valores referentes al conocimiento, como la verdad, la
inteligencia, la ciencia.
c)
Valores
Estéticos. Como la belleza, la gracia, el arte, el buen gusto.
d)
Valores
sociales: como la cooperación y cohesión social, la prosperidad, el poder de la
nación, el prestigio, la autoridad, etc.
3.
Valores Morales. Son las virtudes como la prudencia,
justicia, fortaleza y templanza. Estos
valore son superiores a los anteriores debido a que los valores morales
dependen exclusivamente del libre albedrío, en cambio los otros dependen además
del libre albedrío de otros factor, por ejemplo la riqueza (puede heredarse),
así como el grado de inteligencia y buen gusto.
Además los valores morales al hombre de tal modo que lo hacen más
hombre, en cambio los inframorales solo perfeccionan al hombre en cierto
aspecto, por ejemplo, como profesionista, sabio, artista, etc.
4.
Valores Religiosos. Son los valores sobrehumanos,
sobrenaturales. Son una participación de Dios que está en un nivel superior a
las potencias naturales del hombre. Son pues la santidad, la amistad divina
(gracia), la caridad y en general las virtudes teologales. Estos valores perfeccionan al hombre de un
modo superior, ya no solo de lo que tiene más íntimo como persona, sino en un
plano en un plano que no está dentro de los moldes naturales de lo humano. Aquí
se deja la puerta abierta a todo lo sobrenatural que provenga de Dios. Su estudio corresponde más bien a la
teología.
5.
La Jerarquía de Max Scheler. Normalmente cuando se
estudian las jerarquías d valores de los principales axiólogos, se nota un
cierto paralelismo dentro de sus diferentes categorías como es este tipo de
jerarquía propuesta por Max Scheler:
a)
Valores
de lo agradable y lo desagradable
b)
Valores
de lo noble y de lo vulgar
c)
Valores
espirituales
d)
Valores
de lo santo
La importancia de una correcta jerarquía de
valores reside, sobre todo, en la facilidad que puede proporcionar para una
eficaz orientación de la vida entera.
Quien no tenga clara la jerarquía de valores normalmente se encontrará
perplejo frente a una decisión que tenga que tomar.
Con respecto al orden de los valores podemos
utilizar ciertos criterios propuestos por Max Scheler:
a)
Duración.
Es superior un valor que dure más que otro.
Esto se refiere a la duración del bien en donde está encarnado un valor
b)
Divisibilidad.
Es superior un valor cuanto menos pueda dividirse. Una obra de arte no se puede dividir, en
cambio los alimentos sí.
c)
Fundamentación.
Es superior el valor fundamentalmente con respecto al valor fundamentado. Por ejemplo: la inteligencia fundamenta el
conocimiento científico.
d)
Satisfacción.
Es superior el valor que satisface más.
No debe confundirse satisfacción con placer, la satisfacción puede ser
intelectual y espiritual.
e)
Relatividad. Es superior el valor que se relaciona con los
niveles superiores del objeto o la persona que está complementado.
A partir de dichos criterios cada persona
puede organizar su propia jerarquía de valores.
El máximo inconveniente consiste en la facilidad de ese orden. Ya que una cosa es lo que un sujeto dice
acerca d su jerarquía de valores y otra cosa es lo que de hecho realiza a lo
largo de su vida.
La
existencia del mal ha constituido un fuerte problema debido a que no sabemos
cuál es su esencia, que actitud se debe de tomar frente al mal.
Además partimos del
hecho de que existen situaciones nefastas, tales como asesinatos, el secuestro,
la violación, la guerra, la infinidad de víctimas de un terremoto o de una
inundación, el nacimiento de un niño sin brazos, enfermedades incurables como
el cáncer y el SIDA. A continuación
veremos cuáles son las diferentes posturas que debemos tomar frente a tales
desgracias.
1.
La Postura del Maniqueísmo frente al mal. Es una postura
(tachada como herética dentro de la Teología católica) que sostiene la existencia
de dos principios opuestos, dos dioses, el dios del bien y el dios del
mal. El primero se llama Ormuz y el
segundo Ahrimán. Estos dos dioses luchan
entre sí y tratan de conquistar al mundo para su propio reino. En otras palabras, esta postura consiste en
atribuir consistencia positiva al mal, como si el bien y el mal fueran dos
enemigos (dos poderosos dioses) que luchan entre sí para apoderarse del
mundo. El uso de un lenguaje plagado de
términos negativos ha originado una verdadera tragedia en la Filosofía de la
vida, pues nos hace creer en la existencia de gigantes peligrosos cuando sólo
existen molinos que ejecutan su trabajo cotidiano.
2.
La Postura de la Filosofía Aristotélico – Tomista. De
acuerdo con esta postura el mal es la privación de un bien. Es decir, que el mal en sí, a secas, no se
da. El mal no tiene una consistencia
independiente del bien, sólo se entiende en función del bien. Entonces el mal
es un término que sirve para referirse a un faltante, a algo que de hecho no se
da. Por ejemplo cuando existe un objeto
que tiene noventa cualidades y debería tener cien, decimos entonces que el mal
está en esas diez cualidades que faltan.
Con esto podemos insistir que, en el fondo, no hay valores negativos,
sólo hay valores positivos, y cuando hablamos de valores negativos, lo que se
da a entender es la privación del correspondiente valor positivo. Así pues la fealdad es una privación de la
belleza; la pobreza es la privación del valor riqueza; la falsedad es la
privación del valor verdad.
3.
La Positividad del Ser. Una de las principales enseñanzas
de la metafísica tomista es la positividad, la bondad del ser, y en la medida
en que participa de él es positivo, es bueno.
Si algo existe algo en el ser, es que no existe. No existe lo negativo, o mejor dicho, el no
ser no existe. Por lo tanto, a lo que
llamamos “malo” es tan sólo una privación de un bien, es decir, lo que falta a
un ente bueno para ser plenamente bueno, conforme a su esencia. Para ilustrar más esta definición se puede citar
a la energía térmica. Cuando un objeto
tiene mucha energía térmica podemos decir que está caliente, pero cuando no
tiene casi o es nula decimos que está frío, sería absurdo afirmar que el frío
existe, así es, el frío no existe, lo que si existe es la ausencia de energía
térmica.
4.
Diferentes escalas para referirse al mal. De acuerdo con
las cuatro escalas del sistema axiológico se pueden obtener algunas
conclusiones acerca del problema del mal.
a)
La
primera escala, la bipolaridad exclusiva, no sproporciona una visión del mal
sumamente pesimista ya que lo que no es bueno, es malo definitivamente. Y como no hay muchas cosas buenas.. el hombre
con esta escala entra en angustia con mucha facilidad.
b)
En
cambio la escala del cero absoluto logra abstenerse del empleo de dos términos
diferentes para señalar los extremos opuestos.
Así, por ejemplo, la energía calorífica es una buena expresión para
indicar cualquier grado de calor. Cuando
se da poca energía calorífica, el sistema bipolar empieza a utilizar el término
frío.
c)
El
uso del sistema bipolar de categorías para referirse al mal ha dado origen a
una teoría en la historia del pensamiento la cual ha recibido el nombre de
maniqueísmo. Aunque esta teoría es
propia de la Teología, no deja de abarcar una vertiente filosófica.
5.
La Postura de Pierre Teilhard De Chardin. Este autor nos
proporciona una pista para comprender la existencia de cosas y personas malas,
según el, el universo está en constante evolución y todo tiende hacia un estado
de perfección que llama el Punto Omega.
A partir de esto se infiere que, mientras estemos en evolución, lo
normal es encontrar muchos grados de imperfección, y esto es precisamente a lo
que nosotros llamamos mal. En otras
palabras el mal es nuestro modo de percibir y catalogar el estado imperfecto de
las cosas que aún no llegan a su etapa definitiva de evolución, el mal es lo
que nos falta para llegar a la perfección, la cual, obviamente no es lo que
abunda. Una consecuencia que se obtiene
a partir de esta postura es que no habría que escandalizarse por tantos sucesos
negativos que están pasando en nuestra realidad ya que no son sino la expresión
de una etapa intermedia en el proceso evolutivo del universo. Pero este modo de ver las cosas no tiene
porqué llevarnos a tomar una postura de indiferencia o de apatía ante los males
que se constatan. Al contrario, el
incremento de la bondad es precisamente la responsabilidad de la persona que
toma conciencia de las etapas de evolución del mundo en que vive.
6.
El conocimiento holístico frente al mal. Trata de
referirse al bien y al mal de otra manera, esta prescinde de estructuras
noéticas, aun cuando no sea en forma total.
Si prescindimos de las estructuras noéticas del bien y el mal, podemos
establecer una tesis que no deja de ser extraña en el mundo occidental: Las
cosas simplemente son. El calificativo de bueno o malo es un añadido que
hacemos en función de una comparación con un criterio dado. Los orientales sostienen por medio de un
famoso aforismo: El bien y el mal son una enfermedad de la mente.
7.
La Existencia del mal y la bondad de Dios. Esta postura
nos dice que no existe un Dios malo como lo dice el maniqueísmo, sino lo que
ocurre es que Dios ha creado un mundo en evolución y, por tanto, un mundo que
necesariamente implica etapas de imperfección y de acercamiento al ideal que
todos asumen como perfecto. Hace énfasis
en que no debemos lamentarnos por lo malo que ocurre ya en sí el mal no existe,
solo existe un faltante de perfección en las cosas que para nosotros son malas,
y debemos de tratar de sacarle provecho a todo lo que ocurra ya que como dice
el dicho “no hay mal que por bien no venga” o no hay nada tan malo que no nos
pueda proporcionar algún beneficio.
8.
La Responsabilidad del Hombre frente al mal. Los que nos
dice esta postura es que aunque el mal es la imperfección la cual no se ha
logrado eliminar del todo debido a que estamos en un proceso de evolución y no
tenemos por que alarmarnos, no debemos de tener una actitud de
irresponsabilidad ante nuestros actos.
Debemos ser responsables con nosotros y no convertirnos en personas
apáticas, tratar de ampliar nuestro horizonte axiológico mediante el estudio.
Pero existen situaciones en las que no todos los seres humanos podrán
desarrollarse correctamente como individuos ya que aunque quieran asumir la
responsabilidad de ser individuos mejores pudiera ser que la situación en que
se encuentren, económica, emocional, física, etc. No les permita desarrollarse
como personas, pero al fin y al cabo es el costo de la evolución.
9.
La actitud Positiva frente al mal. La humanidad en su
evolución llega a capta ciertos valores y realiza la comparación con los hechos
que le rodean. El resultado de dicha
comparación es deprimente por lo que se llega a una etapa de “conciencia
infeliz”, y es que en efecto, cuando más claro aparece el horizonte de los
valores, más fácil surge el juicio negativo hacia la realidad que nos
rodea. El error no está en el juicio de
evaluación, sino en la pretensión de que ese juicio es completamente
objetivo. En contrate lo que se propone
es la de ser que “el ser es lo que es” sin mayor calificación. El calificativo de bueno o malo está en
nuestra mente, cualquier situación podría considerarse como buena o mala según
el criterio que se utilice para emitir el juicio evaluatorio. Lo que se deriva entonces es una actitud de
obtener provecho aun de aquello que se considera negativo y que deprime a la mayoría
de gente. Ahora bien, la actitud
positiva frente al mal no está en pugna con la compasión frente a las personas
que padecen alguna enfermedad, una injusticia o la muerte de un ser
querido. La empatía y la compasión son
virtudes propias de aquellas personas que saben desprenderse de sus propias
categorías y comparten con los demás sus propias situaciones. Este criterio se puede aplicar también ante
lo que se llama “el mal moral, el acto
deshonesto, el pecado, el acto humano malo”.
Por supuesto que existen actos humanos malos, es decir, que no están de
acuerdo con los valores morales, con las exigencias de la naturaleza
humana. La perspectiva que acabamos de
mencionar se puede aplicar de la siguiente manera: la persona que ejecuta un
acto humano malo de todas maneras ha elegido un bien, algo que atare su
voluntad, a su naturaleza; de no ser por esto el sujeto no elegiría tal
conducta. El que roba quiere el dinero
del Banco, lo cual e su bien. El que
fornica quiere el placer sexual, que también un bien. El mal moral está en desorden con respecto a
las normas morales, o mejor dicho, con respecto a las exigencias de la
naturaleza humana. Podemos concluir,
pues que aun en el hecho del mal moral existe un bien. Así se explica que de hecho existan personas
adictas a esos bienes. Lo cual no impide
la reprobación de dichos actos por parte de las normas morales y de una sana
actitud Ética.
Definición y División de la Ley Moral
Además de las leyes físicas que gobiernan
a los seres materiales no encontramos con las leyes morales que gobiernan al
hombre en su conducta libre. Santo Tomás
d Aquino definió la ley de la siguiente manera “Es una ordenación de la razón,
promulgada para el común por quien tiene el cuidado de la comunidad”. Dicha definición tiene un contenido
intrínseco en ella:
a)
“Ordenación...”:
Una ley es una orden o mandato, la palabra orden significa en general la
correcta disposición de las partes en el todo.
b)
“...de
la razón...”: Significa que la fuente o el origen de la ley es la razón. Solamente así se garantiza la correcta
legislación, con carácter universal.
c)
“...promulgada...”:
Significa dictaminada o publicada. Esta
promulgación puede ser explícita (en el caso de las leyes positivas) o implícita
(en el caso de las leyes naturales), de tal modo que el hombre tiene que
descubrirla tal como está inscrita en la misma naturaleza humana.
d)
“...para
el bien común”: Esta es la finalidad de la ley moral. No se trata de beneficiar solamente a la autoridad
o aun sector, sino a la comunidad en general, aun cuando esto implique el
sacrificio de ciertos bienes particulares.
e)
“...por
quien tiene el cuidado de la comunidad”: Nos indica quién es la persona que
debe dictar las leyes. Efectivamente, es
la autoridad, el jefe de la comunidad, aquel que ha asumido la responsabilidad
de preocuparse por el bienestar de la sociedad, ése es el más indicado para
dictar las leyes correctas, en función del conocimiento que debe adquirir
acerca de las necesidades de los súbditos.
En sí, estas son las cualidades que debe
tener una ley moral. En la medida en que
llegue a carecer de alguna de ellas pierde su validez como ley moral. No hay
que olvidar que el núcleo o esencia de la ley moral está en ser una expresión
de la razón, de la recta razón, que trasciende los intereses inmediatos, y
dispone las cosas en el puesto que les corresponde.
Una vez definida la ley moral es importante
saber su división, normalmente se dividen de esta manera según sus
carácterísticas:
a)
Por
su naturaleza. La ley moral puede ser imperativa (manda hacer algo),
prohibitiva (lo impide) y permisiva (solamente dice lo que es lícito).
b)
Por
su promulgación. La ley moral puede ser natural (está escrita en la propia
naturaleza y debe ser descubierta por el hombre y no es el producto de la
inventiva de éste) o positiva (está escrita materialmente en un código).
c)
Por
su duración. La ley es eterna (siempre ha tenido y tendrá vigencia, sólo se
concibe en la mente de Dios) y temporal (tiene una vigencia transitoria).
d)
Por
su autor. La ley es divina o humana. Hay
que decir que la ley natural sólo puede ser divina (es decir, procede de Dios,
creador de la naturaleza). En cambio, la
ley positiva puede ser divina o humana, pues tanto el hombre como Dios pueden
dictar leyes que expliquen la ley natural.
De todos estos tipos de leyes destacan: ley
eterna, ley natural, ley positiva en ese orden.
Jerarquía de la Leyes
Como ya se mencionó, las leyes manifiestan
una ordenación de mayor a menor importancia, en vista de su origen y su
contenido. A continuación se mencionan y
explican cada una de estas jerarquías.
1.
La Ley Eterna. Entre todas las leyes, ésta es la primera,
la ley eterna. Es decir la ley que está,
desde siempre, en la mente de Dios y que rige el Universo en todos sus
aspectos).. Puesto que no conocemos directamente a Dios, tampoco tenemos
conocimiento directo de la ley eterna.
Sin embargo, se demuestra que existe esa ley, desde el momento en que
notamos el orden y la armonía del Universo.
Para poder, entonces, explicar ese orden y armonía, se necesita admitir
la existencia de leyes que lo rigen, este es el caso de las leyes eternas.
2.
La Ley Natural. Es una participación de la ley eterna,
está inscrita en la naturaleza humana, y tiene como finalidad, regir los actos
libres del hombre; esta ley tiene la propiedad de ser universal e
inmutable. Es universal (válida para
todos los hombres, de cualquier raza, época y lugar), ya que está inscrita en
la naturaleza humana que es la misma en todos los hombres, por lo tanto, todo
hombre, por el hecho de serlo, tiene grabada, en sí mismo, esa ley natural, a
la cual debe someterse. La ley natural
es además inmutable, es decir, con cambia con el tiempo, puesto que la naturaleza
humana no cambia. Pero aunque la ley
natural no cambie, el conocimiento que tenga los hombres acerca de ella si
puede cambiar en las diferentes épocas y culturas.
3.
La ley Positiva. Es la que se promulga explícitamente en
un código, y sirve como complemento a la ley natural, pues desarrolla y explica
cómo debe actuar el hombre en situaciones más concretas. Estas leyes pueden ser divinas o
humanas. El decálogo del Sinaí es un
ejemplo de una ley positiva divina. Las
leyes positivas humanas abarcan todo lo que se llama derecho positivo, incluyen
las Constituciones, los Códigos Civiles, etc.
Las leyes positivas deben de ser justas (que esté de acuerdo con la ley
natural), útiles (que no se multiplicaran en exceso, pues darían lugar a una
opresión) y estables (aunque no posea la inmutabilidad de la ley natural, por
lo menos, tenga cierto lapso razonable de vigencia, para que coopere
efectivamente al bien de la comunidad).
En
resumen:
·
Las
Leyes eternas rigen el universo desde la mente divina.
·
Las
Leyes naturales son una participación de las leyes eternas y rige a los hombres
en sus actos libres.
·
Las
Leyes positivas son un complemento de las Leyes naturales, y en ellas deben
basarse para que sean justas.
Una vez explicados los temas de la noción,
clases y jerarquía de ley, podemos ahora enfocarnos al problema de la
fundamentación moral, ¿realmente obligan las leyes?, ¿Qué se entiende por
obligación moral?. Para esto tendremos
que definir primero lo que es en realidad la Obligación Moral.
La auténtica Obligación Moral no s la obligación que se siente por la
presión externa, ni el temor al castigo, tampoco es la acción del Super Yo, que
desde el inconsciente impulsa el cumplimiento de las normas inflexibles y, la
mayoría de las veces inadecuadas. No es
mucho menos ese tipo de acción psíquica originada por el inconsciente. La Auténtica Obligación Moral lejos de ser
una presión originada en la autoridad, o en la sociedad, o en el inconsciente,
o en el miedo al castigo, es de tipo racional. Se define así “Es la presión que
ejerce la razón sobre la voluntad, enfrente de un valor”.
Cuando una persona capta un valor con su
inteligencia, se ve solicitada por dicho valor, y entonces la inteligencia
propone a la voluntad la realización de tal valor. Pero la inteligencia presiona suavemente, sin
suprimir el libre albedrío; simplemente ve una necesidad objetiva y como tal la
propone a la voluntad para su realización.
Se trata pues, de una exigencia propia de la razón, fundamentada en un
valor objetivo, pero nacida en lo más íntimo y elevado de cada hombre: su
propia razón. Por lo tanto la Obligación
Moral es autónoma y no incompatible con el libre albedrío.
Una vez definida la obligación moral lo que
sigue es fundamentarla. La base de la
obligación, tal como se explicó, es la razón frente a un valor. Por estos e dice que el fundamento próximo de
la obligación moral es el valor. Y no solo en el plano subjetivo, sino que
también en el plano objetivo, ya que, la ley es la expresión de un valor
originada en la razón. Esta misma ley la
cualidad de producir en el sujeto, que se guía por su recta razón, el
sentimiento de obligación. A esto se le
llama “obligatoriedad de la ley”, propiedad típica y que se deduce a partir del
valor expresado por ella. En otras
palabras: el hombre, con su razón, trasciende al plano de los hechos y percibe
el valor de las leyes, con esto el mismo se impone una obligación o exigencia
de tipo racional, sin menospreciar su libre albedrío y su autonomía. Esta es la fundamentación de la Obligación
Moral.
Existe además una fundamentación superior de
la obligatoriedad de la ley natural.
Puesto que su origen está en la mente divina, se dice que el fundamento
último de su obligación es Dios. Por consiguiente, quien obedece una ley
impersonal por propio convencimiento, ha logrado ya bastante; pero quien
obedece la misma ley en atención a si origen (Dios), alcanza un nivel superior,
no sólo en la eficacia de su actuación, sino en la elevación de su intención, y
en la valoración moral de su conducta.
No es lo mismo obedecer un reglamento frío que actuar por amor a
Dios. En conclusión, el fundamento
próximo de la obligación es el valor; y el fundamento último es Dios.
Propiedades del Acto Honesto
La Ética es una ciencia práctica, por lo
tanto, está hecha para ser encarnada en la conducta humana. Lo normal de derecho pide su realización
hasta convertirse en lo normal de hecho.
La obligatoriedad de esa presión por parte de la razón, para que la
voluntad escoja el valor propuesto. La
realización de la moral se puede estudiar bajo varios aspectos. El principal es la serie de deberes que en
concreto se imponen a cada persona en relación con los demás hombres, consigo
misma, con Dios, con la sociedad, como profesional, etc. Pero antes de estudiar
los deberes del hombre debemos mencionar y describir las propiedades de un acto
honesto que forma parte de la conducta humana.
1.
Responsabilidad. Es la propiedad del acto humano por la
cual el sujeto que lo ejecuta debe dar cuenta de él, es decir, debe participar
de los beneficios, si el acto es honesto o reparar los perjuicios si el acto es
deshonesto. La responsabilidad está en
función de la libertad del sujeto. La
razón de la responsabilidad que recae sobre él está justamente en el hecho de
que ese acto se ha originado en una elección libre del sujeto.
2.
El Mérito. Es el derecho a una recompensa por haber
actuado bien. Lo contrario sería el demérito.
Este derecho a la recompensa tiene su base en el hecho de que un acto
honesto produce beneficios a otras personas.
Esas personas, por lo tanto, deben de recompensar el beneficio
recibido. En la Filosofía escolástica, a
este mérito se le conoce como de condigno o de estricta justicia. Además,
existe el mérito de congruo, y es el derecho a una recompensa en virtud de una
recompensa. Este es el tipo de mérito que tiene el hombre respecto a los
premios otorgados por Dios. Existe un
segundo concepto de mérito: es el incremento de valor moral, en virtud de los
actos honestos ejecutados. Esta clase de método está relacionado con la bondad
y el beneficio del acto.
3.
La Sanción. Es el correspondiente premio o castigo que se
merece por el cumplimiento o violación de la ley. Se consideran dos tipos de sanción: la
intrínseca que es la consecuencia natural de la misma conducta humana, por
ejemplo, la satisfacción o el reproche de la propia conciencia. Y la extrínseca
que es el premio o castigo expresamente señalados por el legislador, a aparte
de la sanción intrínseca o natural. Es
necesario evitar dos extremos opuestos respecto a la sanción. Ya que algunos
abusan de los premios, de tal manera que, llegan a deformar la conciencia del
educando de modo que el acto honesto se convierte para ellos en el premio que
les dan por hacerlo. Tampoco hay que
exagerar en los castigos ya pueden causar que los educandos se conviertan en
sujetos tímidos y apocados o en su caso, rebeldes. La sanción correcta tiene como finalidad
inclinar a los hombres hacia el bien y apartarlos del mal. Tiene una función preventiva y además trata
de corregir al que ejecuta actos deshonestos procurando que no reincida; ésta
es la función medicinal.
4.
El Progreso moral. Consiste en el mejor conocimiento y
aplicación de las normas morales. Puede
registrarse tanto individual como colectivamente. Independientemente del juicio
que se haga con relación a la moral de la humanidad es necesario evitar el
optimismo y pesimismo exagerados. Ni es cierto que el pasado fue mejor, ni
tampoco es cierto que sólo lo moderno tiene valor. En todo caso el progreso moral, tanto
individual como colectivo, suele manifestarse en función de estas dos
cualidades, por lo menos:
1)
en
el plano intelectual, la tolerancia
(respeto a las ideas de otros)
2)
en
la línea de la voluntad, la tendencia a
la unidad (es decir, a la solidaridad y cohesión entre los diferentes estratos
o miembros de una sociedad).
La Esencia de la Virtud
La virtud es otra propiedad de los actos,
honestos, en cuanto que se repiten y dejan en el sujeto una huella que facilita
la buena conducta. Sin embargo, no todos
aprecian la virtud como un valor moral positivo.
Por eso es necesario definir con mayor
precisión la esencia de la virtud, aclarar los malentendido y describir las
principales virtudes concretas que el hombre de hecho posee.
a)
La
virtud es una cualidad. En primer lugar,
no deben confundirse la virtud y el acto honesto. Una persona puede realizar actos honestos son
tener virtud. Ésta es una cualidad que
inclina y facilita la realización de dichos actos.
b)
Cualidad
adquirida. Este dato es muy importante ya que no hay virtudes innatas. Todas
deben adquirirse basándose en un esfuerzo y repetición. La virtud, como todo valor moral, depende de
la actuación voluntaria y libre del sujeto.
Otros valores pueden heredarse, mas la virtud no.
c)
Es
una cualidad estable. Las virtudes son hábitos buenos, se adquieren y poseen
cierta estabilidad en la persona, son, además, susceptibles de incrementarse
lentamente de modo positivo o negativo.
d)
Facilita
el acto honesto. Ese es el efecto de la virtud.
Quien la posee tiene mayor facilidad para actuar bien; lo hace con
agrado y, además, puede realizar actos que, sin ella, sería imposible.
De todo lo anterior podemos sacar la
siguiente definición de la virtud: Es una cualidad estable y adquirida que
facilita el acto honesto.
Las virtudes pueden ser naturales (prudencia,
justicia, fortaleza y templanza) o sobrenaturales (fe, esperanza y caridad),
según que corresponda al nivel humano o estén por encima de las capacidades
propias de la naturaleza del hombre.
También se dividen en intelectuales (prudencia, ciencia, arte, sabiduría
e intuición) y morales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza), según
residan ya sea en los apetitos o en la inteligencia.
Las virtudes morales hacen al hombre
bueno. No es posible usarlas mal. En cambio las virtudes intelectuales sólo
hacen bueno al hombre en cierto aspecto, y, en algunos casos, podrían estar en
contra del valor moral. Por ejemplo: la
justicia siempre es un valor moral positivo.
En cambio, el arte o la ciencia podrían utilizarse incorrectamente
(crimen, guerra, pornografía), proporcionando al sujeto valores morales
negativos. Solamente la prudencia es al
mismo tiempo intelectual y moral.
a)
Prudencia.
Es la virtud de la razón, por la que el hombre sabe lo que hay que hacer o
evitar en momento presente.
b)
Justicia.
Consiste en dar a cada uno lo que le corresponde. Una persona que de modo contante, respeta los
derechos ajenos y le da a cada uno lo que se le debe, tiene la virtud de la
justicia. Se pueden considerar tres clases
de justicia: conmutativa, distributiva y legal o social.
Ø La justicia
conmutativa rige las relaciones entre personas particulares
Ø La justicia
distributiva rige las relaciones entre la sociedad y el súbdito
Ø La justicia legal o
social rige las relaciones del individuo con respecto a la sociedad es la
voluntad de actuar en atención al bien común.
c)
Fortaleza.
Es la firmeza del alma, capaz de vencer las dificultades propias de la vida.
d)
Templanza.
Es la virtud cuyo objeto consiste en moderar los placeres sensibles. Puede tomar la forma de sobriedad, en lo que
se refiere al gusto por los alimentos y la bebida; o bien, castidad, cuando
modera el instinto sexual. La humildad
es también una forma de templanza, puesto que modera el gusto excesivo por la
propia fama y gloria.
El hombre vive en sociedad, y por lo tanto
recibe la influencia de los estatutos y realización de sus instituciones. Como
son la Familia, la Escuela, el estado y la Iglesia.
Ya definimos a la Ética como la ciencia que
estudia la bondad o maldad de los actos humanos ahora nos toca definir lo que
es la Profesión. La profesión puede
definir como “la actividad personal, puesta de una manera estable y honrada al
servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la propia vocación y
con la dignidad que corresponde a la persona humana”.
En un sentido estricto esta palabra designa
solamente las carreras universitarias.
En sentido amplio, abarca también los oficios y trabajos permanentes y
remunerados, aunque no requieran un título universitario.
En virtud de su profesión, el sujeto ocupa
una situación que le confiere deberes y derechos especiales, como se verá:
1.
La Vocación. La elección de la profesión debe ser
completamente libre. La vocación debe
entenderse como la disposición que hace al sujeto especialmente apto para una
determinada actividad profesional. Quien
elige de acuerdo a su propia vocación tiene garantizada ya la mitad de su éxito
en su trabajo. En cambio, la elección de
una carera profesional sin tomar en cuenta las cualidades y preferencias, sino,
por ejemplo, exclusivamente los gustos de los padres, o los intereses de la
familia, fácilmente puede traducirse en un fracaso que, en el mejor de los
casos, consistiría en un cambio de carrera en el primero o segundo año, con la
consiguiente pérdida de tiempo y esfuerzo.
2.
Finalidad de la Profesión. La finalidad del trabajo
profesional es el bien común. La capacitación que se requiere para ejercer este
trabajo, está siempre orientada a un mejor rendimiento dentro de las
actividades especializadas para el beneficio de la sociedad. Sin este horizonte y finalidad, una profesión
se convierte en un medio de lucro o de honor, o simplemente, en el instrumento
de la degradación moral del propio sujeto.
3.
El Propio beneficio. Lo ideal es tomar en cuenta el
agrado y utilidad de la profesión; y si no se insiste tanto en este aspecto, es
porque todo el mundo se inclina por naturaleza a la consideración de su
provecho personal, gracias a su profesión.
No está de más mencionar el sacrificio que entrañan casi todas las
profesiones: el médico, levantándose a media noche para asistir a un paciente
grave; el ingeniero, con fuertes responsabilidades frente a la obra, etc. La profesión también gracias a esos mismos
trabajos, deja, a l final de cuentas, una de las satisfacciones más hondas.
4.
Capacidad profesional.
Un profesional debe ofrecer una preparación especial en triple sentido:
capacidad intelectual, capacidad moral y capacidad física.
Ø La capacidad
intelectual consiste en el conjunto de conocimientos que dentro de su
profesión, lo hacen apto para desarrollar trabajos especializados. Estos conocimientos se adquieren básicamente
durante los estudios universitarios, pero se deben actualizar mediante las
revistas, conferencias y las consultas a bibliotecas.
Ø La capacidad moral es
el valor del profesional como persona, lo cual da una dignidad, seriedad y
nobleza a su trabajo, digna del aprecio de todo el que encuentra. Abarca no sólo la honestidad en l trato y en
los negocios, no sólo en el sentido de responsabilidad en el cumplimiento de lo
pactado, sino además la capacidad para abarcar y traspasar su propia esfera
profesional en un horizonte mucho más amplio.
Ø La capacidad física
se refiere principalmente a la salud y a las cualidades corpóreas, que siempre
es necesario cultivar, como buenos instrumentos de la actividad humana.
5.
Los Deberes Profesionales. Es bueno considerar ciertos
deberes típicos en todo profesional. El
secreto profesional es uno de estos, este le dice al profesionista que no tiene
derecho de divulgar información que le fue confiada para poder llevar a cabo su
labor, esto se hace con el fin de no perjudicar al cliente o para evitar graves
daños a terceros. El profesional también
debe propiciar la asociación de los miembros de su especialidad. La solidaridad es uno de los medios más
eficaces para incrementar la calidad del nivel intelectual y moral de los
asociados. En fin al profesional se le
exige especialmente actuar de acuerdo con la moral establecida. Por tanto, debe evitar defender causas
injustas, usar sus conocimientos como instrumento de crimen y del vicio,
producir artículos o dar servicios de mala calidad, hacer presupuestos para su
exclusivo beneficio, proporcionar falso informes, etc. Cuando un profesional
tiene una conducta honesta, dentro y fuera del ejercicio de su profesión, le
atraerá confianza y prestigio, lo cual no deja de ser un estímulo que lo
impulsará con más certeza en el recto ejercicio de su carrera.
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